Back

ENVIA ESTE MENSAJE A UNA PERSONA QUE DEJO EL MINISTERIO

UN LLAMADO AL MINISTERIO

Dios nos ha dotado de dones y talentos. Si los ejercemos podremos decir que tenemos un ministerio y al desarrollarlo mostraremos gratitud a Dios.

Retos y soluciones a nuestro ministerio

• A veces dejamos de servir en el cuerpo de Cristo por rechazo, por malos entendidos, por falta de reconocimiento, o porque nuestros líderes no tienen sabiduría para dirigirnos. Esto ha provocado desánimo y una herida que nos impide ejercer un ministerio. Dios te dice: Pero a ti te curaré las heridas. No importa que todos te desprecien y te llamen “Ciudad abandonada”». Jeremías 30:17 (TLA)

• Algunos desistieron de ejercer su ministerio porque se cansaron de servir años o décadas en su iglesia local. Dios te dice: Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9

• Llegamos a un punto donde nos preguntamos: si Dios nos mira, o si vale la pena lo que hacemos. Recibe esta palabra a tu vida: Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han trabajado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen. Hebreos 6:10

• Desacuerdos, entre los que conforman los equipos de ministerio o con miembros de la iglesia local. Esto puede suceder en el ejercicio de nuestro ministerio. Le sucedió al equipo del apóstol Pablo, pero él recomendó lo siguiente: Les ruego a Evodia y a Síntique que se pongan de acuerdo, pues las dos son cristianas. A ti, mi fiel compañero de trabajo, te pido que las ayudes. Ellas han luchado junto conmigo por anunciar la buena noticia, junto con Clemente y mis otros compañeros de trabajo. Los nombres de todos ellos ya están anotados en el libro de la vida eterna. ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Que todo el mundo se dé cuenta de que ustedes son buenos y amables. El Señor Jesús viene pronto. Filipenses 4:2-4

• Dejamos entrar un virus de egoísmo, envidia, orgullo, desánimo, indiferencia, y crítica hacia nuestra iglesia local. Jesús nos envía este mensaje: Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Apocalipsis 2:4-5

Te necesitamos

Si no ejerces un ministerio; descubre la razón y busca solución. Regresa a la carrera, y digamos como el apóstol Pablo: Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:24

Recuerda somos un cuerpo y todos somos importantes. Quitemos de nuestras mentes las ideas erróneas: “Hay que lo hagan los demás”, “si yo no lo hago nadie lo notaría” o “en mi iglesia son muchos, así que, a mí no me necesitan”. No se trata de justificarnos sino de agruparnos. De estar unidos como cuerpo de Cristo y realizar su propósito.

Hoy te has dado cuenta de que Dios te ha hecho un regalo maravilloso; “Tu Don”. Probablemente, has tenido ese regalo en tus manos y todavía dentro de la envoltura. ¡Te animamos a que te atrevas a abrirlo hoy y empieces a disfrutarlo, convirtiéndolo en un ministerio!